La ciudad de Timisoara es la capital de la región rumana del Banato. Región fronteriza con Hungría y Serbia bañada por el Danubio, el Banato es una zona de rica historia y numerosos monumentos. Timisoara su capital se hizo famosa en 1989 por ser el primer foco de revuelta contra la dictadura de Nicolae Ceaucescu y ser centro del movimiento democrático rumano. Pero la historia de esta ciudad de casi 400.000 habitantes es larga, como la de toda la Mitteleuropa. Los constantes cambios de frontera entre turcos, magiares, rumanos, austriacos, serbios, etc han hecho de la ciudad un lugar multicultural con minorías de toda Europa.
El encanto de esta ciudad reside en su destacado patrimonio – su monumental casco histórico – y la interesante vida cultural. De hecho, Timisoara se conoce como «la pequeña Viena» por la cantidad de museos y galerías de arte, por los espectáculos musicales y teatrales que hay a lo largo de todo el año, y por su vibrante vida nocturna. Pero también por su arquitectura de estilo Secesión – nombre que se le dio al Art Nouveau en Austria y Rumanía -, vínculo entre el estilo bizantino y la arquitectura modernista – caracterizada por las líneas sinuosas y decoraciones florales en una primera fase (1908) y edificios simples con diseños geométricos, en la segunda fase (1914). Por otra parte, debido a su clima templado, Timisoara es conocida como «la ciudad de las flores», ya que está llena de parques, jardines y zonas verdes.
Un poco de historia
Timisoara ha sido influenciada por muchas culturas diferentes que han dejado su huella, como los turcos que la dominaron entre 1552 y 1718, momento en que pasó a estar bajo dominio de la Casa de los Habsburgo durante dos siglos, con los que conocerá un importante desarrollo económico – Timisoara fue la primera ciudad europea en utilizar la electricidad en las vías públicas (1884) -. El legado que posee gracias a la dominación de los Habsburgo ha hecho de Timisoara una ciudad cosmopolita donde conviven diferentes culturas.
La presencia de los serbios y de los alemanes también fue muy importante. En 1918 pasó a formar parte de Rumanía, aunque mantiene su carácter multiétnico. Muestra de ello son los tres teatros nacionales (uno rumano, uno húngaro y otro alemán), una catedral serbia…además de un ambiente multicultural dada su posición geográfica, próxima de Serbia – con la que tenía importantes relaciones comerciales cuando Serbia aún pertenecía a Yugoslavia -, y a pocos kilómetros de Hungría.
Cómo llegar a Timisoara
Timisoara es la ciudad más grande del oeste de Rumanía, y se encuentra a 558 km de Bucarest, por lo que el alquiler de un coche puede ser una posibilidad, ya que así se pueden descubrir otras ciudades y pueblos en el camino. Hay que utilizar la autopista A1 y las carreteras E81, E673 y E70.
También se puede llegar en tren Intercicy diario (Express) desde Bucarest, que tarda 7 horas y media. Pero tal vez la mejor manera de llegar de forma directa – si no desean pasar antes por otras ciudades – es en avión. Desde Valencia y Barcelona hay vuelos directos por la compañía Wizz Air.
Cómo moverse
Pueden recorrer la ciudad a pie, y descubrir paso a paso su patrimonio: destacan las iglesias, la elegante plaza barroca, el barrio judío y la zona peatonal del centro; además los múltiples monumentos ofrecen hermosas vistas panorámicas de la ciudad. Otra forma de moverse por la ciudad es el tranvía, el sistema de transporte más rápido y frecuente.
Qué ver en Timisoara
Plaza de la Victoria
Esta plaza peatonal uno de los lugares más interesantes y más vitales de la ciudad, con sus elegantes edificios estilo Secesión, que se extiende de la Plaza de la Ópera al Boulevard de Loga. Entre los edificios más destacados se encuentra la imponente Catedral Metropolitana Ortodoxa rumana, construida entre 1936 y 1946, un alto edificio de ladrillo con sus cúpulas decoradas con tejas rojas y verdes dispuestas en mosaico.
En este imponente museo hay una cripta que acoge un Museo de Arte religioso donde hay una decoración de iconos de madera y cristal. En 1989, la Plaza de la Victoria fue escenario de multitudinarias manifestaciones contra Ceausescu; frente a la catedral se encuentra un monumento conmemorativo a todos los Caídos en la Revolución de 1989 que derrocó al régimen. En el Museo Memorial de la Revolución de 1989 les ofrece información detallada sobre este importante momento histórico.
En el centro de la plaza hay una columna en la que se alza la reproducción de la Loba Capitolina que le regaló a Timisoara la ciudad de Roma. Destaca también el el edificio de la Opera romana con la bella galería de su fachada. Y, por supuesto, los hermosos palacios de principios del siglo XX.
Plaza Unirii
En pleno centro de la ciudad se encuentra la más bella plaza de Rumanía, la pintoresca Plaza Unirii de la época de los Habsburgo, en la que destacan los hermosos edificios barrocos de colores vivos y profusa ornamentación, y la Vicaría serbio-ortodoxa, un edificio con una destacable fachada barroca con influencias orientales.
En el centro de la plaza se encuentra la columna de la Trinidad (1740); en la parte oeste la imponente catedral romano-católica, de estilo barroco y una decoración con elementos renacentistas; y en el lado sur, la Prefectura, que acoge el Museo Banato.
Plaza de la Libertad
Situada en el centro de la ciudad, es un lugar de gran animación nocturna. Uno de los edificios más relevantes es la que en el pasado fue sede del ayuntamiento y hoy de varios institutos universitarios, una construcción de 1731.
Al oeste de la plaza de la Libertad se encuentra la biserica Mizericordia, un edificio barroco del siglo XVIII; y en el número 10 de strada Mhrasesti, la sinagoga, un edificio oriental con dos cuerpos laterales simétricos – la comunidad judía de Timisoara tenía 14 mil miembros hasta la Segunda Guerra Mundial, hoy reducidos a un millar -. Otros edificios destacables son la casa de Eugenio de Saboya, del siglo XVIII; la catedral sarbeasca, con una bella fachada barroca.
Plaza Bratianu
En la plaza eje del tráfico de la ciudad destaca la Fuente de los Puntos cardinales (Fantana punctelor cardinale), que representa a la tierra y tiene una bella iluminación por la noche. A la derecha podemos ver los antiguos bastiones de la ciudad que albergan la sección etnográfica del Museo de Banato. Y muy cerca, el antiguo Palacio episcopal, un edificio del siglo XVIII de estilo neoclásico, sede de los juzgados. Y al sur, la Casa del árbol de hierro (Copacul de Fier).
Museos de Timisoara
Museo de Banato (Muzeul Banatului)
Fundado en 1872, el Museo de Banato está en la antigua fortaleza del siglo XIV y reconstruida en el el XV, un amplio edificio de piedra y ladrillo donde se exponen colecciones que ilustran la historia, el arte y la geografía de la región de Banato.
Museo del pueblo banato (Satului banatean)
Es un museo al aire libre situado en el parque de Padurea Verde, al nordeste de la ciudad, donde hay una treintena de edificaciones rurales del siglo XIX, procedentes de diferentes lugares de Banato.
Memorial Museo de la Revolución de 1989
Alberga un archivo audiovisual, una biblioteca y una colección de periódicos, documentos oficiales y personales, así como testimonios de militares y participantes en la Revolución que hizo caer a Ceausescu.
Zonas residenciales
Al sur y este del Canal de Bega están los diferentes distritos residenciales (Josefin, Elisabentin y Fabric), con una arquitectura art nouveau de gran belleza. En la plaza del pueblo de Piata Plevnei, al sur del Canal de Bea hay varios ejemplos de la arquitectura secesionista de la primera fase, como la Casa cu Pauni, de 1905, con la fachada llena de motivos típicos: pavos reales, cisnes, viñas…O los edificios que bordean Splaiul Tudor Bladimirescu, siguiendo la orilla sur del río Bega; y también en torno a la Plaza María y el Boulevar 16 Decembrie 1989. El estilo Secesión o Art Nouveau también se puede encontrar en otras ciudades de Rumanía como Oradea, Mare Stu y Cluj (Teatro Nacional).
Rutas cercanas
Ruta Lugoj-Densus-Colti
Lugoj está a 60 km y allí pueden visitar el casco viejo con su iglesia ortodoxa del siglo XVIII, uno de los edificios barrocos más representativos de la región de Banato. Después, atravesando los Cárpatos dentro de Transilvania, pueden parar en Densus, donde verán una de las iglesias más antiguas de Rumanía, construida en el siglo XIII, que tiene inscripciones romanas y piedras funerarias. A sólo 3 km y medio al este, pueden subir a las ruinas de la fortaleza de Colti – Julio Verne se inspiró en esta fortaleza cuando escribió su famosa novela «El castillo de los Cárpatos» – desde donde podrán disfrutar de unas vistas espectaculares de las montañas de Retezat.
Hunedoara
A 168 km al este de Timisoara, al suroeste de Transilvania, se encuentra Hunedoara, adonde se puede llegar en coche, autobús y tren. Les aconsejamos que alquilen un coche para recorrer las pintorescas colinas con pueblos aislados hasta llegar a Hunedoara, donde se encuentra el Castillo de Corvinesti o Hunyad del siglo XV, uno de los ejemplos más importantes de arquitectura gótica de Europa Central y del Este.
En las montañas que rodean Hunedoara encontrarán restos neolíticos y restos de las ciudadelas dacias, y la fortaleza Sarmizegetusa (Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO), antigua capital de Dacia – conquistada por los romanos en el año 106 a.C. – donde también podrán ver restos del foro y el anfiteatro de piedra.
Parque Nacional Retezat
Es una reserva natural que se encuentra situada en los montes Retezat, una sierra de la Cordillera de los Cárpatos, a 220 km al este de Timisoara. En el parque hay más de 60 picos que están por encima de los 2300 metros – el más alto es el Retezat- y más de 100 lagos glaciares, además d elos últimos bosques vírgenes de Europa.
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