Las cascadas de Bigar están consideradas como una de las más bellas del mundo, siendo su característica más extraordinaria el conjunto que forman las rocas cubiertas por vegetación y el salto de agua de la cascada sobre el río Minis.
El contraste entre las aguas cristalinas que bajan de los Montes Aninei y la alfombra de musgo verde que cubre la roca por donde caen las aguas la convierte en una de las maravillas de Rumanía, y donde acuden miles de turistas entre ellos los fotógrafos de naturaleza más conocidos del planeta.
La roca caliza facilita la creación y adherencia del musgo, formando una especie de campana de piedra cubierta de musgo por donde cae la cascada. la erosión del río ha formado una cavidad interior protegida por la caída del agua de la cascada.
Como llegar.
Para llegar a la cascada de Bigar lo habitual es partir de Timisoara, la ciudad del oeste de Rumanía que está más cerca (y que cuenta con Aeropuerto). Desde allí son dos horas de viaje en coche o excursión organizada. La cascada está siguiendo la carretera nacional 57 B, entre Oravita y Bozovici